domingo, 21 de abril de 2013

Mientras 'The Times' avisa del desastre económico de una Cataluña independiente,los soberanistas barajan militarizar los principales puertos catalanes

En su editorial de este miércoles, el rotativo británico se muestra muy crítico con una posible ruptura entre Cataluña y el resto de España. "Cataluña y Madrid pueden tener dificultades para vivir juntos" pero "deberían luchar para sobrevivir por separado", asevera.

Y avisa de que la independencia de Cataluña, que genera el 20% del PIB español, podría tener consecuencias económicas importantes para Europa. "La ruptura de la cuarta economía de la Eurozona -España- podría entorpecer los intentos de salvar el euro", advierte.

La editorial también pone en evidencia que Europa no garantiza aceptar un nuevo Estado independiente y, por tanto, Cataluña sufriría "los problemas de perder susocio comercial más importante", en referencia a España, y también acumularía deuda. "El señor Mas y sus compañeros catalanes deben vigilar que desean", asegura.

No son pocos los informes que arrojan una caída en el PIB o ponen en alerta el llamado efecto frontera. La Fundación FAES y Convivencia Cívica Catalana han realizado sendos estudios al respecto. La primera avisa de "posibles boicots a los productos catalanes" desde el resto de España.

"Más negativos son los impactos previstos por otros estudios como el realizado por Comerford, Myers y Rodríguez (2012), que diagnostican un proceso gradual de caída del comercio entre Cataluña y España, que auguran una caída del 80% para llegar a los niveles de la relación existente con Portugal. También prevén un aumento del comercio entre Cataluña y el resto del mundo del 10%, por lo que el impacto conjunto sería de una caída del 9% del PIB catalán", argumentaba uno de los ocho expertos del informe.

Convivencia Cívica Catalana, presidida por Francisco Caja, ponía de manifiesto que la dependencia de Cataluña del resto de CC AA es mayor que la de los países de la UE, EE UU e incluso China. Así,Murcia tiene un mayor peso que EE UU para Cataluña, al igual que Aragón con respecto a Alemania o Galicia con China.

Además, en otro estudio de Convivencia Cívica Catalana se augura "una caída de las ventas catalanas al resto de España del 50% de media en los primeros cuatro años como país. Esto es, en el punto medio del intervalo entre el 33% y el 66%, que ha sido estadísticamente verificado a nivel internacional en casos de secesión".

"Las empresas catalanas venden cinco veces más al resto de España que a Francia, a pesar de la mayor población y riqueza de Francia y la similar distancia geográfica. Parece obvio que el hecho de formar parte de un mismo país beneficia en gran medida las ventas de las empresas catalanas en el resto de España", subraya este informe.

Por otro lado, indica que el Consejo Asesor de la Transición Nacional es el selecto grupo que formará parte de los "padres fundadores" de la nación catalana. Así lo presenta The Times en un artículo de opinión firmado en Madrid por Graham Keeley.

El grupo formado por catorce juristas, profesores y una periodista tiene la misión de realizar informes para formar un Estado propio, el objetivo último de los independentistas. Así, tendrán que hacer informes sobre economía -moneda propia incluida por lo que la Generalitat entiende que estarían fuera del euro-, pasaportes y la creación de un ejército.

La iniciativa presidida por el ex vicepresidente del Tribunal Constitucional, Carles Viver Pi-Sunyer, quien estará acompañado por el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de BarcelonaEnoch Albertí Rovira; Salvador Cardús Ros, profesor de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona; Ferran Requejo Coll, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Pompeu Fabra;Germà Bel Queralt, catedrático de Economía de la UB; Carles Boix Serra, catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Princeton; Núria Bosch Roca, catedrática de Hacienda Pública de la UB;Pilar Rahola Martínez, periodista; Àngel Castiñeira Fernández, director de la Cátedra Liderazgos y Gobernanza Democrática, y del departamento de Ciencias Sociales de ESADE; Francina Esteve Garcia, profesora de Derecho Internacional en la Universidad de Gerona; Josep Maria Reniu Vilamala, profesor de Ciencia Política de la UB, y colaborador de ERC; Joan Vintró Castells, catedrático de Derecho Constitucional de la UB y Joan Font Fabregó, presidente de los supermercados Bon Preu, servirá para realizar estudios sobre la independencia de Cataluña.

No obstante, el diario británico señala que tanto el presidente Artur Mas como los independentistas catalanes deben tener conciencia de lo "que desean".

El rotativo británico señala que todo esto tiene lugar "en medio de una escalada de tensión" entre Mas y el presidente español Mariano Rajoy, que se ha negado reiteradamente a permitir una consulta sobre la independencia.



  • Los soberanistas barajan militarizar los principales puertos catalanes 

    LA FUTURA FUERZA DE DEFENSA DE CATALUÑA

    El centro de entrenamiento global ocupará en torno a 18.000 hectáreas. La Guardia Costera estará operativa desde “el minuto 0 del Día D de la independencia”.

    El plan que barajan los soberanistas catalanes para el día después de la independencia incluye, además de una Ejército de 35.000 efectivos –procedentes de los Mossos d’Esquadra, policías locales y miembros de las Fuerzas Armadas comprometidos con la nación catalana– el desarrollo de unas infraestructuras militares sin precedentes, que afectarían de lleno a los puertos de Barcelona y Tarragona, que se convertirían en bases navales.

    Según el documento titulado “La futura fuerza de defensa de Cataluña”, elaborado por el Centro de Estudios Estratégicos de Cataluña (CEEC), que preside el asesor de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) en materia de defensa y seguridad, ex alto cargo de la Generalitat y ex fundador de Convergència Democràtica de Cataluña (CDC) , Miquel Sellarès, en un principio se utilizarán las infraestructuras heredadas de las Fuerzas Armadas Españolas, pero, posteriormente, se crearán muchas nuevas para “hacer frente al crecimiento exponencial” del Ejército catalán.

    El documento, al que ha tenido acceso LA GACETA, señala que debido a que Cataluña es un territorio pequeño y con una densidad de población mediana-alta será necesaria la máxima concentración de bases y unidades. El principal centro, dónde se podrán adiestrar 3.000 personas y funcionará durante todo el año, ocupará una superficie entre 15.000 y 18.000 hectáreas. Allí estará ubicada la Escuela de Promoción de Suboficiales (EPS), la base de la Brigada de Combate Mecanizada y el Centro de Instrucción Militar Básica (CIMB). 

    Según el estudio, de apenas 16 páginas pero que da todas las claves del modelo de Defensa de una Cataluña independiente y que los dirigentes de ERC tienen ya sobre la mesa, las Fuerzas Aéreas aprovecharán los aeropuertos para construir las nuevas instalaciones, mientras las Fuerza Naval –formada por la Marina y la Guardia Costera– construirá dos bases navales anexas en los puertos de Barcelona y Tarragona. Para que la Fuerza Naval esté operativa serán necesarios diez años, pero la Guardia Costera se pondrá en marcha “en el minuto 0 del Día D de la independencia”.

    Señala que el punto más conflictivo serán los polígonos de tiro de la Fuerza Aérea y de la Armada por la “limitación de nuestro territorio”. Pero para este problema encuentran la solución en España, ya que apuntan que “la opción sería establecer convenios de colaboración con otros Estados de nuestro entorno para podernos servir de sus polígonos”.

    De antimilitaristas a belicistas

    La idea de un Ejército propio, incluido en la OTAN y con el objetivo claro de defender la soberanía nacional ante las amenazas externas, impulsada por los asesores de ERC contrasta claramente las propuestas antibelicistas que la formación incluía en su discurso. El partido de Junqueras acudió a las pasadas elecciones con un programa electoral en que se abogaba por el “desmantelamiento de todas las estructuras militares presentes en los Países Catalanes” y la “reconversión de la industria militar en industria civil”, mientras que el CEEC, el think tank del nacionalismo extremo, apuesta por una industria militar fuerte, con la instalación en Cataluña de empresas como Navantia, Airbus o Santa Bárbara, para financiar el nuevo Ejército, que tendría un coste de entre 2.800 y 3.500 millones de euros.

    ERC incluso defendió en el Congreso una proposición de Ley para que se reconociese el derecho a la objeción de conciencia a aquellas personas que, contrarias al gasto militar, quisieran destinar a entidades pacifistas la parte porcentual del IRPF asignado al Ministerio de Defensa en los Presupuestos Generales del Estado. Sin embargo, la ambición de una Cataluña independiente, con toda la estructura de Estado tradicional, incluido el Ejército, puede llevar a los soberanistas a traicionar todos sus principios.

    ENRIQUE MORALES

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