domingo, 8 de septiembre de 2013

“EE.UU requiere la guerra en Siria para renovar su ‘stock’ de armamento”


EE.UU. está obligado a provocar guerras cada pocos años para satisfacer la necesidad de renovar su ‘stock’ de armamento, según estima el analista internacional Carlos Martínez.

Martínez afirma que el hecho de que el presidente de EE.UU., Barack Obama, promueva activamente el ataque militar contra Siria se debe a que Estados Unidos y sus aliados “primero atacaron Libia y, cuando vuelve a acumularse el ‘stock’ de armamento, le toca a otro país, en este caso a Siria”.

“Hay un ciclo por el cual cada dos, tres, cuatro años, se hace necesario un conflicto bélico y, por tanto, bombardear un país. Así se renueva la carrera armamentista, sometida a la presión de un poderoso ‘lobby’ industrial del que forma parte, por ejemplo, el senador republicano John McCain”, explica Martínez en una entrevista publicada en el portal ‘Rebelión’.

El experto recuerda que “desde la caída del muro de Berlín, EE.UU. no ha hecho sino ganar terreno y recursos naturales”. Siria es uno de los pocos países del mundo que no quieren someterse a Washington, acentúa Martínez. “En el caso de Siria se produce una guerra civil, entre una dictadura “mala” y otra dictadura venidera que será infinitamente peor. Al final, se trata de una lucha entre el imperio y un pequeño país que no forma parte del mismo”, dice el analista.

Explicando el esquema de la distribución de las fuerzas, Martínez afirma que la guerra en Siria está siendo llevada a cabo por los militantes de Al Qaeda, armados y financiados por las monarquías del Golfo, incluso por Arabia Saudita y Catar.

“Estas monarquías arman y financian a estos grupos, que llevan el terrorismo a países como Pakistán, Irak, Siria, Libia, Egipto y la zona del Sahel (norte de África). En estos países se dedican a eliminar a todo aquel que no comulga con su credo (chiítas, alauitas, cristianos, kurdos, judíos y laicos, entre otros)”, dice el experto. En su opinión, EE.UU. “se ha convertido en la aviación que apoya (desde el aire) las operaciones que en el terreno realiza Al Qaeda”.

Mientras tanto, Damasco está apoyado por Irán, Hezbolá e Irak. “En cuanto a Irak, se halla actualmente gobernado por la mayoría chiíta y, en consecuencia, es un aliado de Siria. Tal vez por ello Al Qaeda haga estallar diariamente bombas en Irak asesinando a población chiíta”, supone el interlocutor del ‘Rebelión’.

A él le parece que si las fuerzas de la oposición siria van a vencer, Siria “se convertirá en un nuevo “Estado fallido”, como Irak y Libia” y perderá las conquistas sociales que se habían logrado.

“Pero si el frente antiimperialista (Bashar al Assad, Hezbolá e Irán) vence en el conflicto, no me atrevo avanzar cómo el eje imperialista encabezado por EE.UU. reaccionará ante el nuevo escenario”, concluye Martínez.

RT


Los ataques aéreos de EE.UU. también tendrán como objetivos las Fuerzas Aéreas de Siria, misiles balísticos y defensas anti-aéreas


Los informes que salen de Washington en las últimas 24 horas indican que el presidente de EE.UU. Barack Obama ha decidido no sólo degradar las capacidades químicas de Siria, sino también acabar con la fuerza aérea de Bashar Assad, destruir sus bases aéreas y noquear sus misiles balísticos tierra-tierra, con gigantescosbombarderos B-52 y bombarderos invisibles B-2. Algunos de los bombarderos volarán a Siria directamente desde los EE.UU., mientras que otros lo harán desde la base de Al-Udeid en Qatar. Cazabombarderos F-22 Raptor también están programados para participar en la ofensiva aérea de EE.UU.. 

Obama decidió ampliar el alcance de la operación de EE.UU. por el uso de Assad de la guerra químicacontra la población civil el 21 de agosto, cuando sus expertos le aconsejaron que éstos ataques adicionales disminuirían drásticamente la ventaja militar del gobernante sirio sobre las fuerzas rebeldes sin derrocarlo. Estos ataques aéreos, además, podrían llevarse a cabo desde la distancia y sin aviones americanos que estuvieran dentro del rango de las baterías de defensa aérea sirias.

La operación de EE.UU. también se dirigirá a la 4ª División del ejército sirio y a la Guardia Republicana, los protectores de la presidencia de Assad y del régimen, que son los responsables de la utilización de armas químicas, pero no contra las propias armas. 

Fuentes militares de Debkafile dicen que no pueden ser destruidas mediante ataques aéreos, sólo por fuerzas terrestres, algo que el presidente de EE.UU. ha descartado de antemano.

Fue esa conclusión la que llevó a Washington a considerar los ataques aéreos para destruir los misiles balísticos, que pueden ser utilizados como vehículos para el lanzamiento de gases venenosos, tanto dentro de Siria como más allá de sus fronteras. 

Este inventario ampliado de objetivos presagia una operación de mayor alcance que el primer plan de Obama, que fue diseñado sólo para advertir al gobernante sirio del peligro de la participación en la guerra química. Las extensiones de este plan irían mucho más allá de una advertencia disuasoria y rebajarían seriamente sus capacidades militares y estratégicas. 

Rusia e Irán ya están posicionándose para reponer por aire y mar las pérdidas que la ofensiva aérea y de EE.UU. se espera que infligirá al ejército sirio.

El Secretario de Estado, John Kerry, y el embajador ante la ONU, Samantha Power hicieron hincapié en las últimas horas en que los EE.UU. se sentían plenamente justificados para ir contra el uso de armas químicas por parte de Siria sin un mandato de las Naciones Unidas y, de hecho, indicaron, que el presidente consideraría la acción como "lo que hay que hacer", incluso si el Congreso de EE.UU. retuviera su apoyo. 

Por ahora, Obama va a pasar todo su tiempo tratando de ganar a los congresistas para que apoyen el ataque contra Siria, mientras que Kerry busca socios europeos y árabes para la operación, además de Francia, que ya la ha apoyado.

Fuente: Debkafile


EEUU: Bombarderos estratégicos participarían en un ataque contra Siria


Los bombarderos pesados B-2 y B-52 podrían ser utilizados, desde sus bases en EE.UU., en un eventual ataque contra Siria, según apuntaron varios medios estadounidenses.

El recurso a estos aviones de largo alcance se sumaría al uso de misiles Tomahawk desde buques o submarinos, y constituiría una escalada en los planes militares del Pentágono, de acuerdo con los observadores.

Lo que empezó definiéndose como una acción militar de castigo “limitada” y “proporcional”, mediante misiles de precisión, ha ido escalando al uso eventual de submarinos, armamento avanzado, aviones por estrenar y ahora menciones de bombarderos pesados.

Según un corresponsal de la cadena ABC de televisión que acompañó al presidente Barack Obama en su reciente visita a Rusia, los planes de ataque a Siria podrían incluir misiles disparados desde aviones bombarderos B-2 y B-52 que volarían directamente desde sus bases en Estados Unidos.

La ventaja de estos poderosos aparatos es que podrían bombardear desde fuera del espacio aéreo sirio, sin tener que hacer frente a la sofisticada defensa antiaérea de ese país.

El diario The Wall Street Journal también sugirió la misma posibilidad indicando que, según sus fuentes, la Fuerza Aérea podría usar bombarderos para “suplementar a los destructores en el Mediterráneo”.

Cuando hace diez días el Pentágono envió cuatro destructores al este del Mar Mediterráneo, los expertos militares hablaban del uso posible, nada más, de algunas decenas de misiles crucero Tomahawk cuidadosamente dirigidos a algunas instalaciones sirias específicas.

La posibilidad de acción se concentraba en la Marina de Guerra, con el añadido pocos días más tarde de informaciones sobre el desplazamiento de submarinos, cada uno de los cuales puede disparar más misiles que cinco destructores juntos.

Pero la Fuerza Aérea, y sus proveedores de armamento, no podía quedarse afuera, y una portavoz explicó recientemente que esa arma ha desarrollado dos tipos de munición que serían muy prácticos en una acción contra las capacidades de armas químicas de Siria.


Ese nuevo armamento estadounidense, según la portavoz Jennifer Cassidy, puede destruir los depósitos de armas químicas o biológicas sin que se produzca la dispersión de los elementos tóxicos que contienen en el área circundante.

Una de las armas que podrían ser utilizadas para ese cometido, conocida como CrashPad o BLU-119/B, es una bomba con un explosivo incendiario de alta temperatura pensado para incinerar los agentes químicos antes de que sean dañinos, según documentos del Departamento de Defensa estadounidense.

La otra, desarrollada en secreto mientras EE.UU. preparaba la invasión de Irak a finales de 2002, destruye sus objetivos con energía cinética en lugar de explosivos.

El gobierno de Obama ha insistido en que cualquier acción contra Siria no involucrará tropas estadounidenses en tierra, pero según publicaciones militares la Infantería de Marina está también presente en el despliegue y hacia el este del Mediterráneo se ha desplazado el buque San Antonio, con cientos de infantes.

La única de las cuatro ramas de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que hasta hoy había quedado fuera de los planes de ataque es el Ejército (de Tierra), que ha tenido la carga más pesada en las guerras de Afganistán e Irak.

Pero el diario Military Times publicó un artículo explicando que durante este verano los pilotos de helicópteros del Ejército han realizado ejercicios de instrucción a bordo de los buques anfibios Ponce y Green Bay, el muelle flotante Rushmore y el portaaviones John C. Stennis en el Golfo Pérsico.

“Los expertos señalan que la aviación del Ejército y la Marina siempre han cooperado pero a medida que van concluyendo las guerras en tierra y los militares vuelven su atención a la región de Asia y el Pacífico, y mantienen la seguridad en el Oriente Medio, los servicios buscan más formas de trabajar juntos sobre el agua”, añadió el artículo.

EFE

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