domingo, 5 de octubre de 2014

Un español en Hong Kong: "El sueño de todos los chinos es vivir aquí y eso está generando muchos problemas"

Un profesor español afincado en el país cuenta cómo detrás de las protestas se esconde un auténtico conflicto social. El éxodo de chinos es visto con recelo en Hong Kong.
Descarta que China recurra a una intervención militar: "En el fondo les interesa que Hong Kong siga sienda Hong Kong, aquí hay mucho dinero".

Un manifestante en las protestas en Hong Kong, que cumplen su primera semana

Hoy el mundo mira a Hong Kong donde la denominada Revolución de los Paraguas hace tragar saliva al monolítico Partido Comunista Chino que dirige con mano de hierro los designios de una de las potencias más temibles del mundo desde Pekín.

El gaditano Iván Serrano es un joven profesor de español de 35 añosafincado en China y residente en la ciudad desde el año 2008. Casado con una hongkonesa y padre de un niño nacido en la antigua colonia británica, Serrano, además de profesor, licenciado en comunicación audiovisual, cámara, Dj y modelo ocasional, sitúa el trabajo y la familia "entre sus prioridades" en plena efervescencia revolucionaria en un gigante asiático que sólo tolera su propia revolución cultural, la protagonizada por Mao Tse Tung hace 75 años. 

Sin embargo, Serrano es un profundo conocedor de las vicisitudes propias de esta 'Miami' Oriental capitalista en el seno de uno los escasos regímenes comunistas que aún perduran en el mundo de hoy. En su opinión, esta revuelta iniciada en origen por una protesta de alumnos y profesores de la Facultad de Ciencias Políticas que exigían un sufragio universal completo sin la tutela de Pekín no es más que un pretexto que oculta un problema identitario de mucho más calado; una espinosa cuestión que enfrenta a la vetusta China ante el espejo de la modernidad.

"Hong Kong tiene su propio Parlamento, sus propios partidos políticos, libertad de reunión y de asociación pero vive un régimen depseudodemocracia", explica Serrano. "Los candidatos son selectos, escogidos por Pekín de acuerdo a su lealtad a Hong Kong y a la Patria, leáse al Partido Comunista Chino, que a su vez son elegidos por sólo 1.500 ciudadanos notables seleccionados entre los hombres más poderosos de la ciudad" relata el joven profesor de español. "De hecho- añade- el actual gobernador, de origen muy humilde se enfrentó a un constructor, un 'Florentino' asiático y ganó. El problema es que después se ha revelado como un lameculos de Pekín" explica.
El éxodo de chinos está generando conflictos sociales

Más allá del sufragio universal prometido por China a Hong Kong para 2017, Iván Serrano cree que en la revolución de los paraguas subyace una cuestión identitaria que desemboca en un violento choque cultural. "Hong Kong es el primer destino turístico de los chinos continentales y cuando llegan aquí alucinan como lo haría un norcoreano en Seúl" reflexiona. Hay que tener en cuenta que Hong Kong evolucionó como colonia británica, sin la tutela de la China comunista de Mao, que nunca tuvo interés en este otrora pequeño puerto de pescadores. "Su devenir no tiene nada que ver con el Partido Comunista y después de 60 años es muy tarde para que Pekín quiera influir en Hong Kong" asegura el español.

"El sueño de un chino es vivir en Hong Kong donde hay Twitter, Facebook, libertad de prensa... pero no sólo eso. Hay mucho más", explica, "muchos chinos acuden a Hong Kong a comprar productos de primera necesidad porque en la China continental han sido manipulados para abaratar costes, allí se fabrican nada menos que huevos sintéticos y en 2008 murieron muchos bebés por tomar leche en polvo adulterada, muchos chinos están hartos de la corrupción, de la contaminación del aíre, del comunismo..."

Sin embargo, este éxodo de chinos continentales a Hong Kong está desencadenando problemas sociales en esta gran ciudad portuaria de Asia. "Me recuerdan a los españoles de la postguerra de la tele con mocasines y cazadoras rancias", relata Serrano. Pero ese no es el problema. "Escupen y orinan en la calle, comen noodles en el metro... algo que jamás haría un ciudadano de Hong Kong. Éste tampoco resulta el principal problema. El quid de la cuestión es que sólo los chinos continentales adinerados son capaces de de emigrar a la ciudad donde vive Iván Serrano, de modo que compran pisos por precios muy altos , elevando sobremanera el coste de la vivienda para los propios hongkoneses que ven con malos ojos a sus nuevos vecinos. "Ahora mismo el metro cuadrado de Hong Kong está entre los más prohibitivos del mundo" asegura el profesor de español.

La infiltración de la mafia

Iván se manifiesta preocupado por los recientes brotes de violencia que se han producido en unas protestas multitudinarias que tuvieron un origen pacífico. "Todos los 1 de julio - aniversario del traspaso de la ex colonia británica a China- ha habido manifestaciones en Hong Kong contra Pekín y se ven banderas de Taiwan o del Tibet sin ningún problema; si ondeas una de éstas en China ten seguro que serás arrestado y a ver dónde acabas", asegura. 

Sin embargo, la situación parece enquistada. "Hong Kong está colapsado" añade. "En el distrito de Mongkok ha habido peleas muy extrañas; han surgido de la nada grupos prochinos que defienden al gobernador, lo que creáme resulta muy extraño, en la ciudad se dice que son gente de los bajos fondos, e incluso de las Triadas (la mafia de Hong Kong) pagados por Pekín para reventar las protestas desde dentro. No lo puedo demostrar pero todo el mundo en Hong Kong sabe que es así", sentencia el profesor de español. 

Pekín teme un "efecto contagio"

"No veo probable que China recurra a los tanques para parar la protesta" opina Serrano. "En el fondo les interesa que Hong Kong siga sienda Hong Kong, aquí hay mucho dinero, y en China siempre han sacado pecho con un eslogan 'one country, two sistems' (un país, dos sistemas), la pregunta es dónde está el límite porque Pekín teme que cunda el ejemplo de Hong Kong", ofrece Iván Serrano como reflexión final. 

En todo caso en el denominado 'White Paper' (El Documento Blanco) firmado entre China y Reino Unido para el traspaso de Hong Kong el 1 de julio de 1997 existe una temible prerrogativa que asegura que si el Gobierno de Hong Kong pierde el control sobre su población civil, China se reserva el derecho a recuperarlo mediante la vía militar.

Andrés Torres sábado, 04/10/14 - 14:09

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