lunes, 1 de junio de 2015

Finca El Doctor. Un área 51 a la española…

¿Quién no ha oído hablar del Área 51? 

Resultado de imagen de finca El Doctor.

Probablemente, la más conocida de todas las bases subterráneas norteamericanas, el hermetismo sobre sus instalaciones y cometido es total. 

Pero probablemente todas las naciones, militarmente avanzadas, tienen sus propias bases subterráneas secretas. España no es una excepción, también tiene. Y no solamente una. Pero sabemos de una: la Base “El Doctor”, en Ciudad Real.


Una valla inmensa, una entrada custodiada por dos guardias civiles en pleno Campo de la Mancha, al acercarnos, intentado averiguar que hay allí, la respuesta es concreta: “Si quieren información sobre el tema diríjanse al Ministerio de Defensa...buenos días”.

El comienzo

Empezaremos citando un comunicado de prensa de la desaparecida agencia de noticias Cifra, del año 1959: "Ha sido bien visto por los agricultores de esta localidad de Manzanares que un súbdito alemán, Eberhard Kieckebusch, haya pasado a engrosar el censo agricultor de esta villa, al adquirir por la cantidad de 6.500.000 de pesetas una hermosa finca de este término municipal.

Esta finca, es conocida como 'El Doctor'. Se encuentra ubicada entre las localidades manchegas de Daimiel, Bolaños y Manzanares".

El hombre al que la prensa de la época, y lugareños, identificaban como un alemán metido a agricultor en tierras manchegas, era en realidad uno de los espías nazis más activos en nuestro país, fruto de la colaboración de España con la Alemania de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial, lo que permitió que se ubicará en nuestro país todo su aparataje de espionaje.

De esta manera y con el tiempo, este alemán llegó a ser conocido por su alias español: “Pedro”.

Tras la confusión inicial, en la que los lugareños daban al alemán como un nuevo y moderno agricultor, vino el momento de conocer que algo extraño sucedía en la finca. Camiones y personal militar alemanes entrando y saliendo, instalándose en la zona… Los vecinos, acostumbrados a la tranquilidad del ambiente rural, veían que algo extraño se movía en la finca “del alemán”, y pronto se dieron cuenta de que algo ajeno a la agricultura convencional que ellos conocían se estaba llevando a cabo allí.

Sin embargo y aparentemente, sólo un par de pequeños edificios se divisaban en la superficie. El acceso al perímetro fue restringido y protegido celosamente por personal militar.

¿Quién fue el artífice de la finca “El Doctor”?

¿Quién fue el padre de este nido de espías? La existencia de El Doctor fue idea del temido y omnipresente Reinhard Gehlen.

Si hubo un nazi que superó la transición desde el Tercer Reich hacia la República Federal alemana cayendo de pie, ese fue Gehlen. Había lucido los galones de mayor general de la Wehrmacht alemana durante la Segunda Guerra Mundial y había ocupado el puesto de jefe de contrainteligencia en el Frente Oriental, lo que le permitió en 1945 comerciar con la nutrida información que Hitler había hecho reunir sobre los espías comunistas, de los que EEUU, a esas alturas, sabía bien poco.

Con los archivos que logró salvar y junto con los hombres de confianza con los que había dirigido el servicio de espionaje nazi, se puso al frente de la Organización Gehlen, que fue ganando influencia hasta que la misma CIA hubo de contar con sus servicios.

La Alemania occidental de Adenauer terminó situándolo al frente de lo que hoy son los servicios de inteligencia germanos, el BND, que dirigió hasta 1968, y siempre se sospechó que fue un factor clave de la organización Odessa [donde jugó un papel decisivo otra pieza en esta historia: Otto Skorzeny, el militar alemán que rescató a Mussolini, que fijó su residencia en Madrid]. Lo que se desconocía hasta ahora es que Gehlen tuvo un plan para mudar a este paraje de La Mancha, una de las zonas mejor comunicadas de España, a la cúpula de espionaje alemán.

«En los inseguros tiempos de la Guerra Fría, los servicios secretos [germanos] tuvieron que montar un plan de evasión para el hipotético caso de una invasión de la República Federal por las tropas soviéticas o las del Pacto de Varsovia», desvela el libro Geheimobjekt Pullach -Objeto Secreto Pullach-. "La Organización Gehelen pidió apoyo a las autoridades suizas en la primavera de 1947. También con Portugal y sobre todo con España se produjeron las primeras conversaciones.

Reinhard Gehlen puso al tanto a sus colegas americanos en un memorándum fechado el 19 de mayo de 1948 de la necesidad de tomar esa medida preventiva, para garantizar la huida y continuidad de la organización en caso de guerra. El Ejército de EEUU -United States European Comand- dio prioridad, sin embargo, a informar al agregado militar en Madrid, pero sin establecer medidas concretas".

La CIA nunca llegó a fiarse de Gehlen pero él supo aprovechar los fajos de documentos que sustrajo. Mientras mantenía unas relaciones estrechas con el gobierno Adenauer, cuidaba sus contactos con la CIA y mantenía bajo control a agentes clave del KGB. Su plan de huida siempre fue volar a España y guarecerse cerca de Madrid, con la connivencia de Franco. «Durante el bloqueo soviético de Berlín, desde junio de 1948 hasta mayo de 1949, fue modificada la percepción de riesgo de la situación por parte de los americanos.

En febrero de 1949, viajó Reinhard Gehlen... a Roma, París y Madrid, con el objetivo de obtener un compromiso para el traslado de la Organización Gehlen en caso necesario. Obtuvieron la aprobación para, en caso de guerra, salir a través de Francia con destino a España». La misma ruta que ya había hecho Skorzeny”.

Casi al mismo tiempo, Skorzeny recibe de autoridades franquistas un pasaporte y un salvoconducto verdaderos a nombre de Rolf Steinbauer, de "nacionalidad alemana", válido desde septiembre de 1950. Fue emitido por el consulado general de España en Frankfurt. Al mes siguiente él ya estaba en Madrid. Lo certifican documentos emitidos, ya en la capital, en octubre de 1950, a nombre de la mujer del célebre coronel alemán.

El régimen le tenía preparada una vivienda en la calle López de Hoyos, 70. Su despacho quedaba en la avenida José Antonio 14 [hoy Gran Vía], según consta en los archivos secretos de Skorzeny. Gehlen y Skorzeny tenían la mira puesta en Madrid.

«En un primer momento se establecieron contactos con los servicios secretos españoles, para planear la instalación de una estación de escuchas radiofónicas que permitiese la captación de comunicaciones. Gehlen se sirvió para ello de sus buenas relaciones con el general del Estado Mayor Juan Vigón, sobre el que atesoraba una ficha especial en sus archivos personales», según afirman fuentes conocedoras de este tema.

La estación de largo alcance y potencial sede de emergencia para el BND en España fue denominada en la prensa como Finca El Doctor [a 190 km]... al sur de Madrid, entre las localidades de Daimiel, Bolaños y Manzanares.

La base estaba compuesta por dos terrenos, ocupaba una superficie total de unas 25 hectáreas y disponía de varios búnkeres subterráneos. La descripción exacta: En la carretera CM-4117, cerca del cruce CM-4124, que curiosamente, al teclearlos, Google Maps no los suele reconocer. Igualmente, en determinados dispositivos, como el iPad, las imágenes satelitales de El Doctor aparecen difuminadas.


Vista aérea de la base militar 'El Doctor', Ciudad Real

Solo unos años después, el Gobierno de EE.UU. obligó a modificar esos planes porque consideraba más seguro trasladar a territorio norteamericano a Gehlen y los suyos, mujeres e hijos incluidos, en caso de que la situación se volviese incontrolable en Alemania. Gehlen -como siempre- obedeció sobre el papel, pero la base establecida en España nunca fue desmontada y el protocolo de huida a este paraje beige, de nubes quietas, permaneció durante su mandato [dejó el cargo 1968] como plan en activo, lo que da a entender la confianza que España -donde residía Skorzeny- inspiraba al espía nazi.

La compra de los terrenos de El Doctor la realizó oficialmente Eberhard Kieckebusch en los años 50. Lo descubrió el periodista manchego Melchor Díaz-Pinés, quien trabajaba para la agencia Cifra. Su hijo Manuel recuperó el texto, que no figura citado en diarios de la época, quizás porque sólo mencionaba a un "agricultor, súbdito alemán".

Lo cierto es que el texto está en los archivos secretos británicos, ya que Eberhard Kieckebusch era un conocido espía que trabajaba en la embajada germana. Pagó "6.500.000 pesetas... abarca una extensión de 300 fanegas castellanas y con el entusiasmo de este nuevo dueño germano, está llamada a ser una de las más fructíferas de estos contornos". Manuel, el hijo, exvecino de Manzanares, declaró en su día: "Recuerdo el halo de misterio de esa finca. Siempre se han contado cosas extrañas".

La misión de El Doctor

Las especulaciones sobre qué papel jugó la base de El Doctor son de todo tipo. Todos los habitantes de la zona han oído hablar de la base, y de alguna manera todos parecen tener constancia de que sea lo que sea lo que allí hay, es de sumo secreto, tanto en el pasado como en el presente.

Con el paso de los años se produjo cierto “relajo” en las personas que han conocido la base, sobre todo los hijos de toda esa generación, y se han podido recabar testimonios con la descripción del interior de la base y su hipotético cometido:

Dos niveles subterráneos que recorren gran parte de la finca, unidos por anchos pasillos. Múltiples salas, quirófano, sala de control de comunicaciones, montacargas para vehículos…

Algunos de los trabajadores vivían allí mismo y tenían un área con comedor, dormitorios, cocinas, sala de descanso, etc.

Grandes antenas de comunicación en la superficie.

Las edificaciones exteriores, una por lo menos, eran de vigilancia, sala de espera, guardia de identificación.

El lugar era utilizado, oficiosamente, por el servicio secreto de la Alemania Federal (el BND) para escuchar las comunicaciones de Europa a Latino-América.

Los vecinos de la zona con los años se han visto relacionados directa o indirectamente con la finca. Se habla de cómo los camiones con suministros básicos como comida tenían que aparcar en la puerta de acceso, y desde allí un chofer alemán conducía el vehículo hasta el interior, para luego devolverlo a su propietario ya descargado sin que este accediera a las instalaciones.

Silencio en el Senado

En Julio de 2001, el senador por Ciudad Real, Hilario Caballero Moya, preguntó en el Senado por las actividades que se desarrollan en la finca El Doctor. En la petición de este senador se solicitaba la contestación por escrito por parte del órgano correspondiente. ¿La respuesta?

Dado que se solicitaba contestación por escrito, y que el reglamento del senado especifica que preguntas y respuestas deben ser publicadas en su Boletín Oficial, la Mesa de la Cámara adoptó la siguiente decisión tal y como figura en dicho boletín del 16 de julio de 2001:

La Mesa de la Cámara, en su reunión del día de hoy, ha adoptado el acuerdo que se indica respecto al asunto de referencia:

Pregunta con respuesta escrita. 661/006490. AUTOR: Caballero Moya, Hilario (GPS).

Retirada de su pregunta sobre las actividades que se desarrollan en la finca «El Doctor», propiedad del Ministerio de Defensa y radicada en el término municipal de Manzanares (Ciudad Real).

Acuerdo:

Dar por retirada esta iniciativa a todos los efectos, trasladar al Gobierno, publicar en el BOLETÍN OFICIAL DE LAS CORTES GENERALES y comunicar este acuerdo a su autor.

Palacio del Senado, 16 de julio de 2001.— Manuel Alba Navarro, Letrado Mayor del Senado

¿Ahora qué hacen allí?

¿Por qué tanto secretismo? En la actualidad, la finca “El Doctor” se encuentra bajo la “tutela” del Ministerio de Defensa y el CNI (Centro Nacional de Inteligencia), si bien es cierto ambos organismos se muestran totalmente opacos a la hora de arrojar información sobre qué tipo de actuaciones tienen lugar en la finca.

 Todo parece indicar que podría seguir activa, de hecho su acceso sigue siendo extremadamente restringido. ¿Y la misión?: interceptar comunicaciones ¿de quién? Eso es algo que sólo sabrán en el cuartel general de la OTAN y el mencionado CNI, que son los que reciben y tratan esas “comunicaciones interceptadas”.

Nos preguntamos si tendrán algo que ver con el espionaje masivo de las comunicaciones ya por todos conocidos. Hace pocos días, un medio de comunicación realizaba una entrevista a un futuro "espía" del CNI, que relató que aún no siendo admitido, pudo conocer de primera mano la Finca pasando una semana allí, realizando todo tipo de pruebas, necesarias para el acceso.

No obstante, la insistencia en pedir datos e información al Ministerio de Defensa, no va a cesar. ¿Qué esconden en la finca El Doctor?

Por Lourdes Payán
JUEVES 15 DE ENERO DE 2015 23:28
http://www.elespiadigital.com/index.php/noticias/seguridad/8140--la-finca-el-doctor-un-area-51-a-la-espanola

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