jueves, 9 de julio de 2015

El más grande explorador de todos los tiempos

En esta ilustración podemos ver al Voyager I de la NASA entrando a una nueva región entre nuestro Sistema Solar y el espacio interestelar, al que los científicos han denominado la zona de estancamiento.

Voyager I, el solitario explorador espacial sin tripulación, lanzado en misión suicida hacia los confines del universo, está a punto de dejar el Sistema Solar y adentrarse en océanos estelares poblados de estrellas, galaxias, nebulosas e incertidumbre. 

Este Marco Polo intergaláctico nos está abriendo las puertas del universo dándonos la oportunidad de conocer aquello que sólo imaginábamos. 

Al fin sabremos como funciona el universo fuera del Sistema Solar, esta es la primera vez que un objeto hecho por el hombre trasciende los límites de nuestro pequeño rincón. Voyager I no dejó la Tierra un día cualquiera. 

Una extraña alineación geométrica de los grandes planetas del Sistema Solar, permitió al explorador, lanzado el 5 de setiembre de 1977, visitar todos estos cuerpos celestes usando un mínimo de energía.

 Fue lanzado junto a su gemelo Voyager II, ambos propulsados por energía nuclear pero con rumbos distintos. La NASA dijo la semana pasada que la velocidad promedio del viento solar se había reducido a cero, lo cual significaría que Voyager I se acerca cada vez más al borde del Sistema Solar. Una zona que la NASA denomina como la “región de estancamiento”, un purgatorio cósmico donde el viento cargado de partículas que emite el Sol se ha estancado y el campo magnético de nuestro Sistema Solar se acumula.

 “Esto nos está indicando que esa frontera no está muy lejana. El Voyager I reporta que está en una región de estancamiento en la última etapa de la burbuja (que crea la energía del Sol) alrededor de nuestro Sistema Solar”, destacó el doctor Edward Stone, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. Los científicos calculan que al Voyager I le tomará todavía un tiempo ingresar al espacio interestelar. Esto podría tomar meses o años. Cuando el Voyager I salga finalmente del Sistema Solar, los científicos esperan ver un cambio revelador en el viento. 

El viento interestelar es más lento, más frío y más denso que el solar. Fotografia de Saturno tomada por Voyager I (Foto por NASA). El Voyager I hizo varios descubrimientos importantes: determinó que la “gran mancha roja” de Júpiter es una gran tormenta; descubrió en Io (satélite de Júpiter), los primeros volcanes activos más allá de la Tierra; y fotografió en detalle los alucinantes anillos de Saturno. El del Voyager I es un viaje sin retorno, un “one way ticket”, algo así como un kamikaze espacial. Su misión: recoger y enviar a la Tierra la mayor cantidad de información posible sobre los planetas y las zonas por las que atraviesa.

 La nave lleva también un mensaje de paz a los habitantes de otros planetas incluyendo un disco de oro con imágenes y sonidos de la Tierra. Allí se ilustran, por medio de sonidos y música, la diversidad de la vida y la cultura del que fue nuestro hogar en el universo, nuestro querido planeta Tierra, al que no paramos de masacrar en aras del progreso y la ciencia. Hablo de la Tierra en pasado porque no sabemos cuándo ni quién pondrá fin al vagabundeo espacial de Voyager I. Esto puede ocurrir dentro de 10, 100 o 10,000 años. Nadie puede saber cuando. En cambio la Tierra sí tiene los días contados a medida que se apaga su corazón de fuego.

 El afortunado extraterrestre que encuentre el Voyager I podrá enterarse que aquí en la Tierra el cielo es azul, los ríos cristalinos, el aire deliciosamente sutil, la tierra fértil y bondadosa…..quién sabe por cuanto tiempo todavía. El reconocido astrónomo Carl Sagan fue uno de los responsables del proyecto. Fue él quien diseñó el mensaje sonoro que lleva la nave y quien escogió los datos sobre la Tierra, que están registrados en el disco de oro. Para Sagan, la música es el lenguaje universal por excelencia y así lo demuestra el coctel sonoro preparado para los alienígenas: Mozart, Beethoven, Stravinsky, Chuck Berry, y el “Cóndor Pasa” del peruano Daniel Alomía Robles, entre otros. Disco dorado enviado al espacio con el Voyager I . 

Las posibilidades que se abren a nuestro explorador espacial, fuera del Sistema Solar, son muchas. En el hipotético caso que alguna inteligencia alienígena encuentre la nave, deberá todavía descifrar el mensaje elaborado por Sagan y su equipo, esto si el Voyager I no sucumbe antes a alguna guerra de meteoritos, si no cae en un agujero negro, o si no se desintegra a causa de la gravedad. 

¿Quién sabe si sucederá lo mismo que en la película “Viaje a las estrellas”? donde Voyager I o “Vyer”, después de acumular millones de datos a lo largo del universo, terminó por convertirse en un ente autónomo, capaz de organizar un pequeño mundo a su alrededor, y regresó a la Tierra en busca de su creador. Uno de los científicos del proyecto del Instituto Tecnológico de Pasadena en California dijo: “No deberíamos esperar mucho para averiguar cómo es de verdad el espacio entre las estrellas”. 

Esperamos ansiosos las noticias que los Voyager enviarán desde fuera del Sistema Solar, de hecho, la hazaña de los gemelos perdidos en la inmensidad del espacio ya está grabada en nuestra memoria y en nuestra bitácora de vuelo. Esperamos que esto haga comprender a nuestros coterráneos que sólo somos una ínfima partícula del universo y que no somos los dueños de la vida en el cosmos

14 diciembre, 2011 por Oscar Mercado 
http://losdivulgadores.com/blog/2011/12/14/el-mas-grande-explorador-de-todos-los-tiempos/

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