domingo, 11 de enero de 2015

Oricalco, el mítico metal de la Atlántida, es hallado en un naufragio

Según Platón, el oricalco abundaba en la mítica Atlántida.Resplandecientes piezas de un metal conocido como oricalco, que según los antiguos griegos provenía de la mismísima Atlántida, han sido recuperadas de un barco hundido hace más de 2.600 años en la costa sur de Sicilia. 

Según Platón, el oricalco abundaba en la mítica Atlántida.

 La embarcación que llevaba el precioso cargamento habría sido devorada por las fuerzas de Poseidón cuando se encontraba próxima a entrar en el puerto de Gela.

«El naufragio data de la primera mitad del siglo VI», declaró Sebastiano Tusa, de la Superintendencia del Mar en Sicilia. «Fue encontrado a 300 metros de la costa a poco más de 3 metros de profundidad».

 Los buzos recuperaron un total de 39 lingotes que yacían dentro del barco semienterrados en la arena. «No se ha descubierto nada similar, sabíamos de la existencia del oricalco gracias a los textos antiguos y unos pocos objetos ornamentales», expresó entusiasmado Tusa.

Tesoro atlante El metal legendario es mencionado en escritos antiguos siendo los más significativos los textos de Platón sobre la Atlántida. Según estos escritos este metal sería el segundo más valioso y era extraído en muchas parte de la Atlántida, la cual brillaba gracias «al resplandor rojizo del oricalco». La palabra oricalco significa «cobre de montaña» y deriva del griego. 

El naufragio cerca de la costa sur de Gela, Sicilia, Italia.En la mitología griega, el creador del maravilloso metal fue Cadmo, el rey de una tribu de Canaán, a quién se atribuye la introducción del alfabeto en Grecia, al igual que la del arado, la fundición de metales y la agricultura. El naufragio cerca de la costa sur de Gela, Sicilia, Italia.

Según estudios de muchos especialistas en metales e historiadores de la minería, el oricalco u orichalcum no es más que una aleación de cobre, zinc y plomo, muy probablemente el conocido como latón dorado. Sin embargo, la referencia dada por Platón en Critias elimina la posibilidad de que sea una aleación de metales, ya que «se le extraía de la tierra en muchos lugares de la isla» (Critias, 114). 

A la vista de esta descripción algunos arqueólogos han pensado que el oricalco no era más que el ámbar: precisamente durante la Edad de Bronce final (s. XII-X a.C.) el ámbar era uno de los principales productos que, desde la Península de Jutlandia, los navíos de Tartessos exportaban a todo el Mediterráneo junto con el estaño, el bronce y la plata.

 El investigador británico James Allen, quien propone la teoría de ubicar la Atlántida en el Altiplano andino, establece que el oricalco corresponde a la aleación natural de oro y cobre que existe en forma única y abundante en esa región (minas en Urukilia, muy cerca de Pampa Aullagas), de la cual hay hecha gran cantidad de artesanía rescatada por la arqueología. 

Sobre los lingotes encontrados 

Foto de los lingotes de oricalco recuperados por los buzos.Al ser analizados mediante fluorescencia de rayos-X, los 39 lingotes resultaron ser una aleación hecha en un 75-80 por ciento de cobre, 15-20 por ciento de zinc, y pequeños porcentajes de níquel, plomo y hierro. Foto de los lingotes de oricalco recuperados por los buzos.

«El hallazgo confirma que un siglo después de su fundación en el 689 a.C., Gela creció para convertirse en una ciudad opulenta con talleres de artesanos especializados en la producción de artefactos preciosos», señaló Tusa.

 Los 39 lingotes recuperados del naufragio estaban, de hecho, destinados a estos talleres donde serían utilizados para decoraciones de alta calidad. Cualquiera sea el origen y naturaleza del oricalco, el equipo de Tusa tiene planes para hacer excavaciones en el naufragio y traer a la superficie todo el cargamento. ¿Descubrirán más tesoros legendarios?

Artículo publicado en MysteryPlanet

Así se divierten los más poderosos…

La isla de Little St. James, en las Islas Vírgenes de los EE.UU., situada frente a las costas de Florida, es una isla privada de lujo, que cuenta con hermosas y lujosas instalaciones y dispone de su propio helipuerto.

La isla es propiedad de Jeffrey Epstein, un rico financiero americano conocido por haber financiado a eminentes científicos alrededor del mundo, algunos de los cuales han llegado a ganar el premio Nobel.

Jeffrey Epstein

Sin embargo, Epstein también es conocido por haber sido encarcelado por conducta sexual delictiva con menores.

Su isla privada, Little St. James Island, parece ser un lugar de reunión para figuras prominentes a escala mundial: millonarios, magnates, políticos y miembros de la realeza, entre los que se pueden contar personajes tan célebres como el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton o el príncipe Andrew del Reino Unido.

Sin embargo, los prominentes personajes que asisten a la lujosa residencia no se dedican a realizar debates acerca de temas “de vanguardia en la investigación científica y médica”, relacionadas con la fundación Epstein VI Foundation, sino que por lo visto visitan la mansión para experimentar encuentros sexuales con niñas menores de edad de hasta tan sólo catorce años y para disfrutar de orgías y fiestas salvajes con prostitutas.

Ya en 2005, la policía investigó durante 11 meses a Jeffrey Epstein después de que la madre de una niña de 14 años de edad, acudiera a la policía con la sospecha de que su hija había recibido 300 dólares por acudir a la isla donde se le ordenó desnudarse, mientras le daba un masaje a Epstein.

A pesar de que la policía descubrió montones de fotos de chicas jóvenes en la isla y recabó declaraciones de varios testigos, Epstein tan solo fue castigado con un simple “tirón de orejas” después de “declararse culpable de un solo cargo de prostitución”.

Epstein tan solo cumplió 13 meses de cárcel del total de 18 meses a los que había sido condenado.

En 2008 Epstein recibió un nuevo golpe, cuando, esta vez fue demandado por otra mujer, que presentó denuncia en un tribunal federal alegando que fue contratada por Epstein cuando tenía 16 años, para darle un “masaje”, pero que se vio obligada esencialmente a mantener relaciones sexuales con él por 200 dólares, pagaderos al finalizar el acto. La mujer pidió una indemnización de 50 millones de dólares. Otra demanda similar fue realizada posteriormente por otra mujer.

Varias de estas múltiples demandas fueron desestimadas en los juzgados y otras se resolvieron mediante acuerdos privados con el fin de evitar el juicio, hasta en 17 casos.

Incluso el abogado de Epstein, profesor de la prestigiosa Harvard Law School y famoso comentarista político, Alan Dershowitz, fue acusado de abusar sexualmente de una menor de edad proporcionada por el propio Epstein.

Alan Dershowitz

Pues bien, ahora la persona que empieza a verse manchada por las actividades oscuras en la isla privada de Epstein es el ex-presidente de EEUU, Bill Clinton, algo que podría acabar con la carrera de su esposa Hillary hacia la presidencia de los EEUU, allanando el camino para otra presidencia de la belicosa familia Bush, en este caso de Jeb Bush.

Los registros de vuelos indican que Clinton frecuentaba la “isla paradisíaca de Epstein” durante la época comprendida entre los años 2002 y 2005, mientras Hillary, su esposa, ejercía como senadora por Nueva York.

“Recuerdo que le pregunté a Jeffrey sobre qué tipo de cosas hacía Bill Clinton en la isla y él se rió y me dijo: ‘así me deberá un favor’” declaró una mujer no identificada en la demanda, que fue presentada en la Corte de Palm Beach.

La mujer continuó declarando sobre cómo se sucedían regularmente las orgías en la isla y recordó a dos chicas jóvenes de Nueva York, que siempre estaban pululando alrededor del complejo de cinco grandes casas de la Isla, pero sus historias personales nunca fueron reveladas.


“Al menos una de las mujeres estaba allí contra su voluntad”, informó el periódico británico Daily Mail en un artículo reciente.

La mujer fue presuntamente obligada a mantener relaciones sexuales con todo tipo de personajes prominentes, entre ellos, “políticos, empresarios, miembros de la realeza o académicos”

Y es sólo una de las “más de 40 mujeres” que han denunciado a Epstein, hecho que muestra la escala de las actividades oscuras del rico financiero, que no se limitan sólo a la isla de Little St. James sino que se extienden por todo el planeta, pues ofrecía los servicios de muchas de sus esclavas sexuales a magnates y políticos alrededor del mundo.

Cabe destacar que Epstein fue invitado a la boda de la hija de los Clinton, Chelsea Clinton en 2010, siendo uno de los 400 invitados, lo que demuestra su amistad con la familia Clinton.

Por si esto fuera poco, el príncipe Andrew, hermano del príncipe Carlos, también fue, supuestamente, uno de los visitantes asiduos de la isla y de hecho ha sido acusado de haber mantenido relaciones sexuales forzadas con Virginia Roberts, una joven de 17 años, que le acusa de haber abusado de ella en diversas fiestas sexuales, algo que el miembro de la casa real británica ha negado públicamente.

El príncipe Andrew, Virginia Roberts y Ghislaine Maxwell en el año 2001

De hecho, Roberts sostiene que era una de las muchas esclavas sexuales menores de edad que participaban en las orgías de Epstein con personajes prominentes y que eran “suministradas” por un miembro de la alta sociedad británica, Ghislaine Maxwell, hija del magnate y político británico Robert Maxwell, amiga personal de Epstein y encargada de la red de tráfico de menores.

El Príncipe Andrew paseando con el multimillonario Jeffrey Epstein

A pesar de que no se pueden demostrar actividades ilícitas, lo cierto es que en la agenda de Epstein se han encontrado los teléfonos privados de personajes de la talla de Henry Kissinger, Al Gore, miembros de la familia Kennedy o el ex-primer ministro británico Tony Blair y se conoce que mantiene amistad con personajes como los actores Chris Tucker y Kevin Spacey, los magantes de la Fórmula Uno Bernie Ecclestone y Flavio Briatore o políticos como el primer ministro israelí Ehud Barak, a los cuales habría ofrecido su jet privado para sus viajes.

Donald Trump

También se conoce que Donald Trump, el famoso multimillonario estadounidense mantiene una estrecha amistad con Epstein. El propio Trump ha comentado alguna vez el gusto de Epstein por mujeres “más jóvenes”, señalando que resulta “divertido” estar cerca de Epstein.

Como vemos, los más poderosos saben pasarlo muy bien y no tienen ningún problema en violar a menores y traficar con ellas.

Y eso que solo estamos hablando de lo que ha trascendido a la opinión pública a través de los medios de comunicación masivos…

¿Alguien se imagina que otras actividades pueden realizar y que nunca permitirán que salgan a la luz pública?

fuentes:




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